En post anteriores veíamos como la seguridad psicológica es uno de los factores más importantes para explicar el éxito de los equipos de trabajo. La seguridad psicológica permite a las personas expresar su punto de vista, hacer preguntas y reconocer sus errores sin miedo a parecer incompetentes, intrusivos o prepotentes. Si una empresa quiere lograr éxito en los entornos competitivos modernos es necesario que los trabajadores puedan compartir ideas y sus problemas sin miedo, impulsando la creatividad y la innovación. Sin embargo, crear un entorno de trabajo seguro puede ser una tarea compleja, ya que implica cambiar ciertos pilares de la cultura organizacional. Afortunadamente, los beneficios personales y empresariales que se obtienen del proceso hacen que merezca la pena el esfuerzo.
La pregunta en este punto es: ¿Cómo conseguir un lugar de trabajo desafiante sin llegar a ser amenazante? A continuación, te ofrecemos algunas claves para promover la seguridad psicológica en los equipos de trabajo:
- Aborda los conflictos como colaborador, no como adversario. Los conflictos constituyen una parte inherente al trabajo en equipo. El problema es que a nadie le gusta “perder” en un conflicto. Por eso, cuando percibimos que hemos perdido se suelen desencadenar reacciones de crítica a la otra parte, competitividad y separación. En esos casos es fundamental recordar que el equipo solo será exitoso cuando encuentre una solución beneficiosa para todas las partes, no una solución en la que solo una de las partes gane. Trata de orientar al equipo con preguntas del estilo: “¿Qué podemos hacer para lograr un resultado aceptable para todos/as? ¿Cuál sería el escenario en el que ambas partes salen satisfechas?”.
- Mentalidad de aprendizaje ante los errores. Ante el error de una persona no debemos ponernos a la defensiva y apartarle del proyecto. Esto podría favorecer que nadie se sientiese seguro para asumir riesgos, innovar y salir de la zona de confort por miedo a ser reprendido y menospreciado. Un verdadero líder es el que asume una mentalidad de aprendizaje, eliminando la culpa y la inseguridad ante los errores. Para ello, debes enmarcar el trabajo como un problema de aprendizaje, no como un problema de ejecución. Los proyectos nuevos se caracterizan por una gran incertidumbre e interdependencia entre los miembros del equipo para lograr el resultado esperado. Por ello, fomentar un rol de aprendizaje favorece la ayuda mutua entre las partes y la seguridad para arriesgarse a buscar nuevas soluciones innovadoras. Sin embargo, si colocamos el foco solo en la ejecución, las personas desarrollan miedo a equivocarse y no se sienten seguras para asumir riesgos, lo que reduce la productividad.
- Reemplaza la culpa por curiosidad. La culpa y las críticas solo consiguen intensificar los conflictos, lo que promueve respuestas defensivas y la división del grupo. La alternativa a la culpa es la curiosidad y la mentalidad de aprendizaje. Fomentar la curiosidad ayuda a las personas a expresar su punto de vista y hacer preguntas. No existen las “preguntas tontas” y nadie debería sentirse culpable por no saber algo y tener que preguntar. De lo contrario, en los momentos decisivos, donde disponer de toda la información es crucial para el éxito, los empleados tendrán miedo a preguntar y el rendimiento del equipo se verá afectado. Para ello puedes seguir tres sencillos pasos: a) Describe el problema como una observación, sin introducir juicios de valor, tratando de ser específico y neutral; b) Invita al resto a participar de la solución: “Supongo que existen múltiples factores en juego para explicar esta situación. ¿Os parece si los descubrimos juntos?”; y c) Pregunta por soluciones alternativas: “¿Qué creéis que deberíamos hacer? ¿Cuál sería el escenario ideal?”.
- Reconoce tus propios fallos y pide feedback al equipo. Errar es humano, reconocerlo demuestra humildad y sirve de modelo al resto del equipo para que hagan lo mismo. Los líderes también necesitan recibir feedback por parte de los miembros de su equipo para mejorar su capacidad de gestión e iluminar sus propios “puntos ciegos”. Este hábito mejora la comunicación de los equipos, la transparencia y anima al resto a compartir sus inquietudes sin miedo. Para ello, puedes usar plataformas como “Team Insights” donde los miembros del equipo podrán exponer su feedback de forma segura y eficaz. También te recomendamos hacer preguntas del estilo: “Puede que se me esté escapando algo importante y necesito vuestra ayuda para averiguarlo. ¿Qué ha funcionado y qué puedo mejorar sobre X? ¿Cómo podría haber gestionado este problema de manera más efectiva?”.
- Crear oportunidades para dar feedback positivo. En entornos laborales solemos invertir mucho tiempo en identificar problemas y errores, pero cuando algo sale bien lo damos por sentado y no nos detenemos a reforzarlo. Muchos directivos y managers piensan: “Es su responsabilidad hacer bien su trabajo, para eso se le paga, ¿por qué debería reforzar algo que es su obligación?”. Sin embargo, una empresa que fomenta la seguridad psicológica de sus empleados debe esforzarse por dar feedback positivo sobre el rendimiento de sus trabajadores, valorando y poniendo atención a las buenas acciones individuales y grupales. Prueba a utilizar frases como: “Aprecio tu esfuerzo”, “creo que hemos aprendido y mejorado mucho desde la última vez”, “confío en tu capacidad para hacerlo, has conseguido retos más difíciles en el pasado”.
- Habla de persona a persona. El respeto, la competencia, el estatus social y la autonomía son algunas de las necesidades universales de cualquier trabajador. Reconocer y dar valor a estas necesidades genera confianza entre los empleados y fomenta la seguridad psicológica. Cuando exista un conflicto o aparezcan problemas, es importante recordar que esa persona desea lo mismo que nosotros: liberarse de su malestar y ser feliz. Para ello, Paul Santagata, Director de Industria en Google, propone el método “just like me” para ayudarnos a recordar que no somos tan diferentes a la otra persona y abordar los conflictos desde una perspectiva más humana: a) Esa persona tiene creencias y opiniones como yo; b) Esa persona tiene fortalezas y vulnerabilidades como yo; c) Esa persona tiene amigos y familia como yo; d) Esa persona quiere sentirse respetada, competente y valorada como yo; y e) Esa persona desea paz y felicidad como yo.
- Haz que todo el mundo se sienta parte del equipo. Existen cientos de dinámicas para fortalecer el sentimiento de pertenencia y reforzar equipos. Puedes por ejemplo reunir al equipo y que cada persona responda a la siguiente pregunta: “¿En qué soy bueno y el equipo podría contar conmigo sin duda?”. Por ejemplo: “creo que soy bueno revisando los pequeños detalles en documentos. El equipo podría contar conmigo para eso”. A continuación, entre todos y todas podéis responder a las siguientes preguntas: “¿Cuál es la seña de identidad de nuestro equipo? ¿Cuáles queremos que sean nuestros valores como equipo? ¿Qué reputación queremos forjarnos? ¿Qué debemos cambiar y mejorar para conseguirlo?”. Con las respuestas a estas preguntas se puede elaborar un pequeño manifiesto del equipo, expresando el compromiso y vocación de todos los implicados. Este tipo de dinámicas generan un ambiente de confianza y favorecen la seguridad psicológica.
- Finalmente, eduquémonos en prevenir y detectar los problemas de salud mental. Un buen líder no solo se preocupa de los aspectos formales del trabajo, sino que presta atención a la salud y el bienestar de todos los miembros de su equipo. Planifica y adapta el trabajo a las necesidades de cada persona y evita generar ambientes de estrés. Cuando alguien colapsa, el líder debe estar allí para acompañar y ayudar. Para ello, la empresa debería acostumbrarse a realizar evaluaciones periódicas sobre la salud mental y el bienestar de los empleados, contando con servicios especializados para cubrir estas necesidades. En Kira ofrecemos un servicio integral para cuidar de la salud mental de sus equipos y ayudarles a generar un clima de seguridad psicológica en su empresa.
Estas sencillas recomendaciones, aplicables a cualquier empresa, te ayudarán a construir un entorno de trabajo seguro. Si consigues crear esta sensación de seguridad psicológica en tu equipo verás como la motivación y el compromiso aumentan, generando oportunidades para el desarrollo y el crecimiento de tus empleados. ¿A qué esperas para que tu equipo de trabajo se sienta seguro y explote todo su potencial?